Las ruinas de la Oficina Salitrera Chacabuco, fueron decretados Monumento Histórico Nacional bajo el Decreto Supremo n.º 1.749 del 26 de julio de 1971. Fue utilizada por la dictadura militar como campo de prisioneros políticos.
Desde 1995 hasta 2003, gracias a los Fondos Culturales del Gobierno de Chile, pudieron realizarse cinco Festivales Culturales en la Ex-Oficina Chacabuco, concentrando entre artistas, agentes culturales y comunidad regional aproximadamente entre 4.000 a 5.000 visitantes. En dichos eventos la comunidad organizada de Sierra Gorda jugaba un papel importante (bomberos, comerciantes, carabineros, autoridades municipales). A modo de ejemplo, en el Teatro de Chacabuco, que fue restaurado con recursos regionales, se presentó la obra La Reina Isabel cantaba rancheras, escrita por Hernán Rivera Letelier.
Las ruinas de la Oficina Salitrera Francisco Puelma fueron decretadas Monumento Histórico Nacional bajo el Decreto Supremo n.º 0281 del 23 de mayo de 1989.
La Estación de Ferrocarriles de Baquedano reúne la mayoría de los monumentos históricos.
Las locomotoras n.º 3511, n.º 3518, n.º 3501, n.º 3525, n.º 3523 y n.º 3573, ubicadas en la Estación Baquedano, junto con los carros salitreros de madera bélgica de tara 14.500 y 35.000, el carro salitrero de fierro construido en Pittsburgh, además de otras colecciones ferroviarias, fueron declaradas Monumentos Históricos Nacionales bajo el Decreto Supremo n.º 1.639 el 16 de diciembre de 1983.
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